El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha descrito este miércoles los enfrentamientos en Siria como "indignantes" y ha solicitado a la oposición, tanto en el interior como en el exterior del país, a formar un frente unido para poner fin a la crisis política.
Lavrov ha hecho estas declaraciones tras reunirse en Riad con los países miembro del Consejo de Cooperación del Golfo --Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Omán y Qatar--, en un encuentro en el que las partes no han encontrado puntos en común para lanzar un plan de paz.
"Creemos que el derramamiento de sangre debe detenerse. Lo que está pasando en Siria es indignante", ha dicho Lavrov durante la rueda de prensa, en la que ha estado acompañado por su homólogo bahreiní, Jaled bin Ahmed al Jalifa.
Por su parte, Al Jalifa ha indicado que ambas partes han acordado "seguir trabajando para eliminar los obstáculos y los puntos de desacuerdo" a través de conversaciones a distintos niveles. En este sentido se ha expresado el ministro de Exteriores qatarí, Hamad bin Jassim bin Jabr al Thani, quien ha subrayado que no se han conseguido avances en las conversaciones.
Las afirmaciones de Lavrov han llegado apenas una semana después de la creación de la nueva formación opositora siria, la Coalición Nacional de las Fuerzas de Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS), que fue acordada durante la reunión que mantuvo la oposición siria en la capital de Qatar, Doha, si bien no todas las formaciones enviaron a representantes.
En la misma se debatió la propuesta presentada por el opositor Riad Seif para conformar un nuevo grupo opositor unificado. A pesar de que Seif no ha sido nombrado al frente de la nueva organización --el elegido ha sido Ahmed Moad al Katif--, sí figura en el equipo de liderazgo de la CNFORS, junto a Al Katif y a la activista Suhair Atassi.
La coalición fijará su cuartel general en El Cairo, principal centro de la diplomática árabe, mientras hace campaña para conseguir su reconocimiento internacional como el representante legítimo del pueblo sirio, a pesar de que varios grupos de la oposición interna han anunciado que no la reconocen como legítima.