
Dinamarca votó en 1993 en un referéndum quedarse fuera de algunos apartados del Tratado de Maastricht, incluída la política de defensa y el euro. El país volvió a rechazar en el año 2000 su entrada en la moneda única.
La convocatoria de Thorning-Schmidt es vista como una señal de que el Gobierno quiere reconsiderar su relación algo alejada con la Unión Europea.