La III Cumbre de América del Sur-Países Árabes (ASPA) puso su broche final la noche del martes en Lima con un llamamiento a favor de la paz, eldesarme, la no proliferación de armas nucleares y el repudio contra toda forma de terrorismo.
La agenda política fue la protagónista en una cumbre con el telón de fondo de la guerra civil siria y las inconclusas primaveras árabes. Sin embargo, cerró este martes sin una Declaración final ya que, según fuentes de la cancillería peruana, los equipos de los 22 miembros activos de la Liga Árabe y los 11 de Unasur que participaron en la cita continuaron realizando ajustes al documento hasta entradas horas de la noche.
En el medio del debate, la crisis Siria. En agosto de este año, Venezuela, Ecuador y Bolivia -países miembros de ASPA- votaron en contra de una resolución de la ONU que condenaba la violencia del régimen sirio al considerar su texto "desequilibrado". Su posición contrasta con la de Arabia Saudita y Emiratos Árabes, que apoyan abiertamente al Ejercito Sirio Libre.
Quizás por ello entre la escueta información hecha pública hasta el cierre de esta información respecto a los acuerdos de la cumbre no hay ninguna mención a la guerra civil Siria.
Quienes sí se pronunciaron al respecto en la cumbre de ASPA fueron Nabil El-Araby. El secretario general de la liga Árabe pidió en Lima"poner fin a la hemorragia Siria", mientras que la presidenta brasileña Dilma Russeff señaló que "la mayor responsabilidad del ciclo de la violencia recae en el régimen de Damasco". Dilma abogó por una solución negociada al conflicto y reconoció "la responsabilidad de grupos armados que cuentan con apoyo militar extranjer".
En otros asuntos, la mandataria brasileña se mostró contraria a una intervención militar en Irán y condenó tanto la "islamofobia" como los actos de violencia perpetrados contra Estados Unidos, en referencia a los ataques contra sus embajadas tras la difusión del tráiler del video que desató la furia islamista.
Entre los acuerdos que sí fueron difundidos de la declaración final de ASPA se encuentra precisamente "la condena a la falta de respeto y las ofensas a la sensibilidad religiosa de las personas y de los pueblos en general". Este tema había sido pedido expresamente la mañana del martes por el presidente de El Líbano, el general Michel Sleiman, quien abogó en esta cumbre a favor de una legislación internacional que condene las ofensas religiosas.
Respaldo a Palestina
El apoyo al reconocimiento del Estado palestino fue unánime en ASPA. "Nuestro respaldo al derecho del pueblo palestino a su independencia y soberanía y a todas las naciones a vivir en paz y seguridad dentro de sus fronteras reconocidas y respetadas", anunció el presidente peruano Ollanta Humala en nombre de los países de ASPA en la ceremonia de clausura de la cumbre.
Este respaldo fue agradecido por la Liga Árabe permitiendo incluir el reclamo argentino sobre las Malvinas en la Declaración final de la cita. Según un documento difundido por el gobierno peruano, América del Sur ha introducido además en esta declaración la condena al intento de golpe de Estado en Ecuador (2009) y la reiteración de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, en clara alusión al 'impasse' entre el Reino Unido y Ecuador después de que el país latinoamericano concediera asilo político a Julian Assange.
Por su parte, Perú se comprometió en la ceremonia de clausura a organizar en 2013 un foro en el que participen mujeres de los países árabes y latinoamericanos para analizar la problemática de género que enfrentan ambos bloques. Finalmente, se anunció que Arabia Saudita será en 2015 la anfitriona de la próxima cumbre de ASPA, un foro inaugurado en Brasilia en 2005 que apuesta por la integración de dos distantes regiones en un esquema de cooperación Sur-Sur.
Las peleas de la jornada
Mientras el martes continuaban las negociaciones -cerradas a la prensa- los objetivos de las cámaras se centraron en una anécdota: la supuesta discusión entre el presidente Ollanta Humala (50) y su mujer, Nadine Heredia (36). En los momentos previos al inicio de la reunión de Jefes de Estado, una seria Nadine le daba la espalda al presidente visiblemente enojada y lo dejaba con la palabra en la boca. La pareja, que es percibida por los peruanos en las encuestas como un "cogobierno", protagonizaba así la nota de color de la jornada. El entredicho no pasó a mayores ya que poco después se les vio sonrientes y relajados.
Otros desencuentros no tuvieron un final tan feliz. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el de Bolivia, Evo Morales, tuvieron dimes y diretes a propósito de la negativa chilena a acceder a la petición boliviana de acceso soberano al mar.
Después de que Piñera declarara el lunes a la prensa que "Chile defenderá la frontera de su mar con todas sus fuerzas", Morales respondió que "Chile es un peligro para la región". La tensión entre ambos fue evidente en la foto oficial de la cumbre, en la evitaron saludarse en todo momento.
Perú, como país anfitrión, evitó meterse en la discusión a pesar de que ha interpuesto una demanda por límites marítimos contra Chile en el tribunal de La Haya. En diciembre de este año comenzarán las audiencias para tratar el problema marítimo entre ambos países vecinos.
